Tenía un disco de 500gb, en donde tenía compartidos desde el BIOS dos sistemas operativos, Windows 7 Ultimate x64 y un Ubuntu 10.04, hasta que un día como el de ayer, decidí borrar todo y dejar sólo un W7 x64 vacio para poner un backup de las cosas que tenía.
Paso todo lo que quiero a un disco externo, luego booteo un W7 x64 últimate, el cual a la hora de seleccionar las particiones me hace la vida imposible.
Para empezar, había creo que 3 opciones:
- La primera es un espacio reservado de 100mb, de los cuales 70mb están utilizados, y tienen la descripción de SISTEMA.
- La segunda es algo así de unos 60gb que le había cedido al Ubuntu. Allí estaba el S.O. y todos sus datos. Esto no me importaba y lo borré.
- La tercera era una partición de unos 430gb la cual tenía W7 y datos adentro.
Ninguna de las tres me permitía instalar W7, dado que ya tenía mis datos, procedí a borrar la partición de 60gb y la de 430gb, donde me pasó a quedar una opción llamada espacio para particionar, el cual tampoco me permitía instalar nada.
Ok. Me decidí y le separé algo para ver si podía derivar un espacio para W7. Tampoco, nada. Caliente, borro a la goma la partición de sistema de 100mb, y me queda una única opción de 490gb la cual no me sirve para nada porque cada vez que particiono e intento instalar, o intento instalar ahí directamente, sucede que me dice que no es válido para instalar W7 por problema de archivos de registro.
Hice de todo, boote un XP, desde el setup del bios del XP, traté de borrar todas las particiones, no logré nada porque nunca me dejó, traté de instalar XP y me dijo que no podía porque estaba dañado el espacio de memoria asignado.
¿Qué corno habrá sucedido? ¿Alguien conoce algún caso así?
Estaba pensando en buscar otros discos y ponerlo de slave y entrar desde el sistema operativo de algún otro disco y agarrar este de 500gb de slave y formatearlo a mano desde la consola a ver qué pasa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario